Caín Velásquez permanecerá tras las rejas.
En una audiencia el lunes, Velásquez, representado por el abogado defensor Mark Geragos, apareció dentro de una sala del tribunal en el Salón de Justicia del Condado de Santa Clara donde la jueza Shelyna Brown rechazó una solicitud de fianza en el caso de intento de asesinato contra el ex campeón de peso pesado de UFC.
A ambas partes se les concedió tiempo para presentar argumentos adicionales, además de las declaraciones en la documentación presentada anteriormente. La audiencia duró aproximadamente 30 minutos y se llevó a cabo frente a una sala repleta de seguidores de Velásquez que incluían al ex campeón de peso pesado de UFC Daniel Cormier y al entrenador en jefe de la Academia Estadounidense de Kickboxing, Javier Méndez.
Evidencia de lesiones cerebrales traumáticas, CTE
Originalmente se le negó la libertad bajo fianza en la lectura de cargos el 7 de marzo, pero la defensa argumentó múltiples cambios en las circunstancias desde entonces pidió otra audiencia y una reconsideración por parte de Brown, la misma juez que falló inicialmente.
Según la defensa, las lesiones cerebrales traumáticas y la CTE potencial, presuntamente sufridas a lo largo de su carrera como luchador, pueden haber causado que Velásquez actuara impulsivamente. Se alega que Velásquez le disparó a Harry Goularte y golpeó al padrastro de Goularte, Paul Bender, mientras conducían por la vía pública. Días antes del presunto tiroteo, Goularte fue arrestado por acusaciones de “actos lascivos” con un miembro de la familia de Velásquez de 4 años.
“La defensa ha propuesto un cambio médico con respecto a TBI (lesión cerebral traumática) y CTE”, dijo la jueza Brown mientras resumía la moción de libertad bajo fianza de la defensa. “Han presentado algunas pruebas de que el señor Velásquez sufre de TBI y posiblemente de CTE. Argumentan que tal vez sea una de estas preocupaciones o condiciones médicas, o ambas, las que pueden haber llevado a la falta de control de los impulsos”.
Además, la defensa describió los términos específicos propuestos para un acuerdo de fianza, que incluían, entre otros, una fianza pagada de $1 millón, monitoreo electrónico, reubicación en un centro para pacientes internados fuera del estado y/o supervisión las 24 horas.
La oficina del fiscal de distrito del condado de Santa Clara, representada por Aaron French, argumentó que no había términos de acuerdo razonables que eliminaran el riesgo de las presuntas víctimas Goularte, su madre Patricia Goularte (quien también estaba en el vehículo) y Bender.
Gran parte del razonamiento de la oficina del fiscal de distrito estaba en línea con sus puntos de conversación de la lectura de cargos del 7 de marzo. Sin embargo, French le ofreció la palabra a Paul Bender, el hombre al que supuestamente disparó Velásquez, para que se uniera a través de una videollamada. Bender proporcionó sus primeros comentarios desde el supuesto incidente.
“Cain Velasquez no tiene respeto por la vida humana”, dijo Bender. “Fácilmente podría haberle disparado a la familia en el auto de al lado, a peatones inocentes o incluso a niños pequeños. A Caín Velásquez no le importa quién lo vea hacer esto. No le importa el estado de derecho y no tiene respeto por nuestro sistema judicial. Si se le da la oportunidad, creo que intentará terminar lo que empezó. Temo por mi vida, así como por la vida de mi familia. Ninguna cantidad de fianza o monitor de GPS detendrá a Caín Velásquez”.
